Desde chica supe que me gustaba el fuego, pero hasta ahora comprendí que no sólo el fuego fuego, sino también las situaciones que queman...
Sabemos a lo que nos exponemos cuando jugamos con fuego o bajo el sol, pero igual lo hacemos, quizás por diversión, por inconsciencia, por masoquismo o por convicción, sea cual sea el motivo, siempre terminas marcado, por cosas en la piel, o recuerdos en la mente...
Esta semana que pasó, me quemé, de muchas maneras. El fin de semana construí, no había sombra, dos días bajo el sol, gracias a eso ahora tengo partes bronceadas. Fue lindo volver a construir, sentí otra vez lo que hace mucho no sentía.
Después vino la navidad, pasé en familia, y ame los fuegos artificiales.
Pero dejenme decirles que el viernes fue el día con más fuego...
Hice una torta y me quemé
Tenía que rendir y llegué tarde
Y después, viví una situación de fuego, pero eso fue sin querer, sin esperar y me quemé, mal...
Yo me dejo cautivar fácilmente por la majestusiodad del fuego, me atajé para no provocar un incendio, pero eso no evita que la llama que vi me haya encendido.
P.d: Encontré este texto en la web, me parece apropiadoy que tiene que ver con lo que escribí. Y está también una frase de Ana Steele de cincuenta sombras de Grey.
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