lunes, 7 de octubre de 2013

De un fuego cualquiera

De ser siempre centro, pasas a ser niebla, centro de centros a niebla de nada, eso es lo que cuesta admitir y aceptar, que no te eligen, que tienen libertad de elegirte y no te eligen, y vos esperas y esperas y pasa el tiempo y se apaga el fuego, ya no ves el humo ni sentís el calor, antes  vos te sentías la llama que envendía el fuego entre ustedes, ahora vos ni la ceniza parece que ya sos y no aceptas eso, queres ser su hoguera, su lecho, su paz...
Pero hay momentos en que ves chispas otra vez, y tu corazón late rápido ante la oportunidad, por más mínima que se vea, pero cuando estas soplando para que crezca, te tira arena encima y se apaga otra vez.
DEJAME PRENDER LAS CHISPAS QUE QUIERA, NO APAGUEN MÁS MI FUEGO.
Al final no sé si es tan así la situación pero ahora mismo es lo que se siente

Quién pudo ser tan ciego para cambiar la luz de la mañana por la llama, de un fuego cualquiera de guerras perdidas perdidas

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