Tantas cosas te quiero decir pero no lo hago, por qué, no sé, creo que por temor a que no quieras escucharlas o porque sé que al final termino hundiéndonos más...
No sé si vos me lees, y al final ya no sé si quiero que me leas, por qué? Porque acá digo las cosas que quiero que leas...
No sé que está pasando con vos, y simplemente pasa que, tengo ganas de verte.
Ayer leí que esa frase no tiene intención de ser poética y encantadora, por el contrario, esta llena de sinceridad bruta, esa que ya pesa en el alma, sí, esa que duele.
Y algo así tienen estas palabras, pesan mucho ya en mi alma, y por lo tanto, terminan doliendo. Sí, por mi culpa al final, porque yo soy la que las callo. Pero me callo por vos, porque a vos te hace mal, yo lo único que quiero es hacerte bien, feliz, pero siempre terminamos llorando, por eso que últimamente cara de poker es a lo que nos acostumbramos.
Yo te dije que no iba a presionarte, ni a pedir, pero vivir en el limbo cuesta, y cuesta muchísimo, y sabes que también cuesta? Cuesta que yo siempre, siempre estoy, a veces creo que ya es demasiado y vos, no sé si no te das cuenta o qué, pero vos no te das cuenta de que te necesito, no estas conmigo cuando yo ya no quiero acompañarme, quizás te cueste mucho, quizás te importe poco, no sé realmente y no quiero ponerme a pensar mucho en eso porque se perfila como herida...
Perdón vida de mi vida, yo pido mucho...
Ahora, ya perdí la idea de qué era lo que quería transmitir en este post, tantas veces lo pensé que ya me compliqué
Por mi saldría el sol todos los días
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