miércoles, 27 de octubre de 2010

He ahí el dilema

Todo es todo y nada es nada
Todo es nada y nada es todo


Puedes creer en todo y no creer en nada.

Hacer o no hacer.
Querer y quizás poder.
Entreteje tus pasos:
que el asombro te hunda
o te redima.

¡Duda! ¡Pregúntate! ¡Pregunta!

No temas quedarte vacía:
hay materias que no se gastan.
Todo tiende a renacer.
Después de la tormenta siempre llega la calma.

Podrás decir sin culpas:
"Hice lo que quise,
Quise lo que hice"

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